sábado, 26 de noviembre de 2011

Asesinos Seriales (Biografias)

Perfil de un asesino en serie
Las autoridades criminalísticas en asesinato serial establecen características específicas en la manera en que cometen sus crímenes. De tal forma que determinaron dos posibles tipos de asesinos: el organizado y el desorganizado.
Las tres cuartas partes de los asesinos seriales son organizados y usualmente tienen un coeficiente intelectual por encima del promedio, por lo que poseen un nivel de autoestima elevado y se sienten superiores a los demás; la mayoría posee una apariencia física normal e incluso, atractiva y no son capaces de mantener relaciones afectivas duraderas.
Los asesinos desorganizados son criminales solitarios y sus actos son consecuencia de constantes frustraciones. Algunos de ellos tienen un bajo nivel intelectual y padecen de algún desorden mental.
Jeffrey Dahmer, mejor conocido como "El carnicero de Milwaukee", podría considerarse un asesino mixto. Asesinó a 16 adolescentes de color y uno asiático con el mismo modus operandi: Les ofrecía dinero o flirteaba con ellos hasta llevarlos a su departamento. Allí les inyectaba una droga que los paralizaba, pero les permitía sentir todo el dolor que les inflingiera. Dahmer guardó la cabeza de muchos en su refrigerador, algunas partes de los cuerpos se mantenían en formol y comió trozos de la mayoría de sus víctimas.
Dahmer tiene características de asesino organizado porque acechaba a sus víctimas hasta que lograba algún contacto directo con ellas. Desde niño, era solitario y tenía una profunda incapacidad de sentir culpa por los actos que cometía, como matar a su propio perro. Por otro lado, posee características de asesino desorganizado porque el ritual de muerte a sus víctimas variaba; de tal manera, que practicaba necrofilia, conservaba sus miembros, cabezas, comía sus partes o fotografiaba el instante de agonía antes de su muerte, es decir, no seguía un patrón específico para todos los asesinatos.
Ciertamente, no es fácil definir un perfil del asesino en serie promedio; sin embargo, a continuación se presentan algunas semejanzas entre ellos:
• Poseen una infancia traumática o quedaron marcados por algún acontecimiento relevante durante su niñez. Algunos son abusados emocional o psicológicamente por sus padres.
• Desde niños provocan incendios o sienten placer torturando y matando animales.
• Recientemente se confirmó que 95% de los asesinos capturados presentan traumas en la parte frontal del cerebro, lo que indica un nivel de agresividad mayor que el promedio.
• Su nivel intelectual está por encima del normal.
• Tienen diferencias polarizadas con la religión. Algunos reniegan de ella y otros dicen ser enviados de Dios.
• Reflejan un comportamiento relajado ante los demás. Pueden llegar a percibirse como carismáticos. Algunos logran pasar un examen de polígrafo (detector de mentiras).
• Logran manipular a sus víctimas a través de una representación casi real de simpatía, ya que no pueden sentirla.

Datos de interés
• En el mundo, 75% de los asesinos se encuentra en Estados Unidos y el estado de California posee la mayor tasa de asesinatos seriales en la historia, seguido de Texas, Nueva York, Illinois y Florida.
• En Europa, los países más poderosos son los que poseen un mayor índice de asesinos seriales: Inglaterra, Francia y Alemania. Sólo estos tres países poseen 68% de asesinatos en serie en el continente.
• 90% de los asesinos en serie son hombres.
• 65% de las víctimas son mujeres.
• 89% de los asesinatos son a personas de origen blanco.
• 86% de los asesinos seriales son heterosexuales.
• 44% de los victimarios inicia sus asesinatos entre los 20 y 30 años de edad. 26% se inicia en la adolescencia y 24% a partir de los 30 años.


Ed  Kemper
Edmund Emil Kemper nació el 18 de diciembre de 1948 en California. Como la mayoría de los asesinos recurrentes, se crió en el seno de una familia conflictiva cuyos padres reñían constantemente y que con el tiempo terminarían divorciándose.
Criado por una madre terrible, que no vacilaba en encerrarlo en el sótano de su casa, Edmund Kemper se vuelve muy tímido y se aísla más y más. Sueña con vengarse e imaginando juegos mórbidos en los cuales tienen un papel esencial la muerte y la mutilación.
Nadie toma en serio sus fantasías morbosas, ni siquiera cuando a los ocho años juega a la silla eléctrica o a la cámara de gas con su hermana, desempeñando él papel de víctima mientras su hermana hacía de verdugo y lo ejecutaba.
Su primera víctima es el gato de la familia. Le entierra vivo y le corta la cabeza, la cual lleva orgulloso a casa, donde la exhibe en su cuarto como un trofeo.
Es incapaz de expresar cualquier sentimiento de afecto y sus compañeros evitan su presencia, pues les asusta la manera en la que Kemper les mira fijamente, sin pronunciar palabra.

A los 13 años mata a su segunda víctima de sus experimentos, otro gato. Mata al animal a machetazos y su madre descubre los restos del animal ocultos en el armario. Le había cortado el cráneo para exponer el cerebro y luego lo apuñaló innumerables veces.
En 1963, su madre lo manda a vivir a la granja de sus abuelos paternos, que viven en un rancho de California. Es allí a los 16 años de edad, cuando dispara contra su abuela con un rifle del calibre 22 y luego la apuñala una y otra vez para desahogar su ira, porque según él, era más estricta y le imponía más castigos que su propia madre. Después le pegó un tiro a su abuelo y dejó el cadáver tendido en el jardín. Tras estos crímenes, llama a su madre desconcertado para informarla. Cuando los policías le interrogan sobre los motivos, responde: "Solo quería saber lo que se sentía matando a mi abuela".
Las autoridades lo internaron en un hospital de alta seguridad en Atascadero. En 1969 pese a la oposición de los psiquiatras, lo soltaron cuando tenía 21 años, para ponerlo de nuevo al cuidado de su madre.
El "gigante asesino" no elegía sus víctimas al azar, las somete a un cuestionario escrupuloso preparando con anterioridad una lista de características físicas y morales de sus futuras víctimas. Es absolutamente necesario que corresponda a la imagen que tiene de las estudiantes que su madre le había prohibido frecuentar. En mayo de 1972 recogió en su coche a dos autostopistas de 18 años, las llevó a un sitio apartado y allí las mató a puñaladas. Luego, trasladó los cuerpos a casa de su madre, les sacó fotografías con una Polaroid, las descuartizó y les cortó la cabeza, al día siguiente entierra los cadáveres en las montañas cerca de las inmediaciones y arroja las cabezas a un barranco.Para aquel entonces ya medía 2,05 metros de estatura y pesaba unos 135 kilos.
En septiembre de 1972, cuatro meses después mata a otra joven de 15 años de una manera similar, recogiéndola cuando hacía autostop, estrangulándola, violando el cadáver y llevándoselo a casa.
Mientras se entregaba a esta orgía criminal acudió a una de las evaluaciones psiquiátricas a las que debía someterse con regularidad, y fingió tal lucidez que según los peritos que lo examinaron, ya no representaba una amenaza para sí mismo ni para los demás. Ese día llevaba en el maletero de su coche la cabeza decapitada de su víctima más reciente.
Ed espera otros cuatro meses antes de volver a matar. En febrero de 1973, amenaza a punta de pistola a otra estudiante para que se meta en el maletero, antes de llegar a su casa la ha matado, coloca el cadáver encima de su cama y lo viola. Desmiembra el cuerpo en la bañera y arroja los restos al mar, la cabeza la entierra al pie de la ventana del cuarto de su madre.
En febrero de 1973, otras dos chicas caen bajo los golpes del "gigantón de Santa Cruz". Kemper amontona los cadáveres en el maletero y regresa a casa de su madre, donde cena tranquilamente. Luego baja a decapitar los cuerpos.
Finalmente Kemper mata a su madre a martillazos mientras dormía, antes de decapitarla y de violar su cadáver. Más tarde pone la cabeza de su madre sobre la repisa de la chimenea y le lanza flechitas mientras la insulta.
Esa noche telefonea a una amiga de su madre y la invita a cenar. Tan pronto como se sienta la golpea, la estrangula y la decapita.
Tras esto decide entregarse a la policía. El objetivo principal había desaparecido, dijo más tarde a la policía intentando explicar su decisión por entregarse. En sus confesiones posteriores reconoce que lo que más deseaba era saborear su propio triunfo sobre la muerte de los demás. Él vencía a la muerte y vivía mientras los demás morían. Esto actuaba sobre él como una droga, empujándolo a querer cada día más gloria en su victoria personal a la muerte.
En vida, la muerte siempre estaba con él.
Al preguntársele como reaccionaba cuando veía a una muchacha bonita en la calle, contestaba: Un lado de mí, dice, "que chavala tan atractiva, me gustaría hablar con ella, salir con ella", pero otra parte de mí se pregunta cómo quedaría su cabeza pinchada en un palo.
Edmund Kemper fue declarado culpable de ocho asesinatos en primer grado. Cuando le preguntaron qué castigo pensaba que merecía, contestó que "la muerte por tortura".
Con ocho condenas por asesinato en primer grado, Kemper escapa a la pena de muerte porque acaba de ser abolida en el estado de California, donde más tarde fue restablecida.
En 1978, Robert Ressler (psicólogo y criminólogo que acuñó el término de "serial killer"), y John Douglas (Jefe de la unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI), que en aquella época estaban haciendo un estudio sobre la psicología del asesino en serie, decidieron interrogar a Kemper en su celda de California, en dónde se encontraba cumpliendo varias condenas de cadena perpetua.
El reo aceptó entusiasmado la entrevista, y tras entregar sus armas y firmar un documento que exime toda responsabilidad a las autoridades carcelarias de lo que pueda pasar en el interior, los dos hombres se encontraron cara a cara con aquel curioso asesino de talla descomunal y tupido bigote.

Su inteligencia era como su talla, sobresaliente. Según los registros de la prisión, su cociente intelectual era de 145.

Allí les comentó que su madre siempre le había odiado, pues desde niño él se parecía a su padre. Cuando cumplió 10 años ya era un gigante para su edad, y como su madre temía que pudiera abusar sexualmente de su hermana, lo hacía dormir en un sótano que no tenía ventanas.
Recluido como un preso y obligado a sentirse culpable y peligroso cuando no había hecho nada malo, se fue obsesionando con la idea de matar. Cuando sus padres se separaron, mató y descuartizó a los dos gatos de la familia, (según los dos investigadores, la crueldad infantil hacia los animales es el rasgo principal de los tres que caracterizan la personalidad del asesino múltiple. Las otras dos son la piromanía y la enuresis o incontinencia urinaria durante el sueño).
Kemper trató una vez de entrar a formar parte de la Policía de Carreteras de California, pero lo rechazaron. (También esta característica es común en muchos de estos criminales. Si se tiene en cuenta que la mayoría de ellos son individuos fracasados y resentidos, no es de extrañar que en algún momento se ilusionen con la idea de convertirse en policías, que son los representantes de la autoridad e inspiran respeto).
Kemper les contó que posteriormente frecuentaría los sitios de reunión de los agentes y entablaba conversación con ellos, lo cual no sólo le hacía sentirse integrante del grupo sino que le proporcionaba información reservada sobre el avance de las investigaciones de sus crímenes.
Una inquietante anécdota que los investigadores relataban, es que al final de la tercera entrevista, Robert Ressler aprieta el timbre para llamar a la guardia, llama tres veces en un cuarto de hora. Sin respuesta Kemper advierte a su entrevistador de que no sirve de nada ponerse nervioso, pues es la hora del relevo y de la comida de los condenados a muerte, y agrega que nadie contestará a la llamada antes de otro cuarto de hora por lo menos: "Y si de repente me vuelvo majareta, vaya problema que tendrías , ¿verdad? Podría desenroscarte la cabeza y ponerla encima de la mesa para darle la bienvenida al guardia...".
Nada tranquilo, Ressler le contesta que esto no volvería más fácil su estancia en la cárcel. Kemper le responde que tratar así a un agente del FBI provocaría, al contrario, un enorme respeto entre los demás prisioneros. "No te imagines que he venido aquí sin medios de defensa", le dice Ressler. "Sabes tan bien como yo que está prohibido a los visitantes llevar armas", responde Kemper, mofándose.
Conocedor de las técnicas de negociación Ressler intenta ganar tiempo. Finalmente, el guardia aparece y abre la puerta, Ressler suspira con alivio. Al salir de la sala de entrevistas, Kemper le dirige un guiño y poniéndole el brazo sobre el hombro, le dice sonriendo: "Ya sabes que sólo bromeaba, ¿no?"

Jack el Destripador
Jack el Destripador (Jack the Ripper en inglés) es el más conocido de los seudónimos que se le dieron a un asesino en serie no identificado que cometió varios crímenes en 1888, principalmente en el distrito de Whitechapel, en Londres —así como en las áreas empobrecidas de los alrededores—. El apodo se originó de una carta escrita por alguien que se adjudicaba los asesinatos bajo este seudónimo, y como resultado de su difusión por los medios de comunicación, ese nombre pasó a ser conocido por la sociedad en general. A pesar de ello, varias fuentes consideran que el documento se trata realmente de una broma elaborada por algún periodista, en un intento de aumentar el interés en la historia y, al mismo tiempo, armar un escándalo.[][][]Otros seudónimos con los que también es conocido el homicida son «El asesino de Whitechapel»,«Mandil de cuero»,además de «Genio independiente», este último acuñado en una carta escrita por George Bernard Shaw.
Con frecuencia, Jack el Destripador es descrito como un asesino inteligente, eficaz, burlón, astuto, frío y obsesionado por el asesinato.Los ataques que se le atribuyeron involucraban a mujeres prostitutas de barrios pobres y tenían un modus operandi distintivo, que consistía en degollamiento, estrangulación y mutilación abdominal.La extracción de los órganos internos de al menos tres de las víctimas llevó a pensar que el asesino tenía conocimientos anatómicos o quirúrgicos.Por otra parte, los rumores de que los asesinatos estaban relacionados entre sí se intensificaron entre septiembre y octubre de 1888, período en el que apareció una gran cantidad de misivas escritas por uno o varios sujetos anónimos, enviadas a Scotland Yard y los medios.Uno de los textos, recibido por George Lusk del Comité de Vigilancia de Whitechapel, incluía medio riñón humano preservado, supuestamente de una de las víctimas. Debido al carácter extraordinariamente brutal de los asesinatos y el enfoque que los medios de comunicación les dieron a los mismos, el público creyó que en verdad se trataba de un único asesino: Jack el Destripador. La amplia cobertura que la prensa le otorgó a dichos eventos provocó que alcanzaran notoriedad a nivel internacional. Una investigación sobre los asesinatos en Whitechapel cometidos hasta 1891 no pudo resolver con certeza si todos los crímenes se conectaban con los asesinatos en 1888; para entonces, la leyenda de Jack el Destripador comenzaba a solidificarse.
Debido a que los homicidios jamás fueron resueltos, las leyendas en torno a ellos se convirtieron en una combinación de investigación histórica genuina, folclórica, y pseudohistórica. Desde entonces, se tiene constancia de más de un centenar de teorías sobre la identidad del Destripador, mientras que los acontecimientos han influido en múltiples obras de ficción literarias, cinematográficas y artísticas.

Las cinco víctimas canónicas
Las cinco víctimas canónicas del Destripador son Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly. El cuerpo de la primera fue descubierto alrededor de las 3:40 a.m. del día viernes 31 de agosto de 1888 en Buck's Row (calle Durward en 2010), Whitechapel. Su garganta había sido seccionada profundamente por dos cortes, mientras que la parte inferior del abdomen se hallaba parcialmente desgarrada por una herida profunda e irregular. Muchas otras de las incisiones en la región abdominal fueron hechas con el mismo cuchillo.
El cadáver de Champman, la segunda víctima canónica, fue localizado aproximadamente a las 6 a.m. del sábado 8 de septiembre del mismo año, cerca de una puerta en el patio trasero de la calle Hanbury 29, en Spitalfields. Al igual que en el caso de Nichols, la garganta tenía dos cortes,[37] mientras que los cortes en el abdomen lo habían dejado abierto por completo. Poco después, se descubrió que el útero había sido extraído del cuerpo. En el proceso de investigación judicial, uno de los testigos describió haber visto a Chapman junto a un hombre de cabello oscuro con aspecto distinguido pero desharrapado, alrededor de las 5:30 a.m. Tras el asesinato de Champman, el New York Times publicó:
El desalmado de Whitechapel ha asesinado esta mañana a su cuarta víctima y sigue sin ser detectado, visto o conocido. Hay pánico en Whitechapel. El cuerpo de detectives de la policía londinense es, probablemente, el más estúpido del mundo.
Stride y Eddowes fueron asesinadas en la madrugada del domingo 30 de septiembre; se encontró el cuerpo de la primera aproximadamente a la 1 a.m. en Dutfield's Yard, cerca de la calle Berner (ahora avenida Henriques) en Whitechapel. La causa del deceso era una clara incisión que cortó la arteria principal del lado izquierdo del cuello. Existen dudas en si es conveniente atribuir el asesinato de Stride al Destripador o si este pudo haber sido interrumpido durante el ataque, puesto que no se encontraron mutilaciones en el abdomen. Los testigos, que creyeron haber visto a la víctima con un hombre esa noche, ofrecieron diferentes descripciones: algunos coincidieron en que su acompañante era blanco, mientras que otros se pronunciaron a favor de que era de tez morena; de igual manera, unas versiones confirmaban que éste vestía ropa andrajosa, y otros señalaban que, al contrario, estaba bien vestido. Por otra parte, los restos de Eddowes fueron localizados en Mitre Square, en la Square Mile, solamente 45 minutos después de haber encontrado el cadáver de Stride. En éste, la garganta había sido seccionada y el abdomen se hallaba rasgado completamente por una larga, profunda e irregular herida; además se extrajeron el riñón izquierdo y la mayor parte del útero. Un lugareño, Joseph Lawende, había pasado por esa misma calle, en compañía de un par de amigos, poco antes del asesinato, en su momento describió a la policía haber visto a un hombre rubio de apariencia raída con una mujer, que podría haber sido Eddowes. No obstante, sus amigos fueron incapaces de confirmar dicha descripción. Más tarde, los homicidios de Eddowes y Stride pasaron a ser conocidos como el «doble acontecimiento».[Parte del delantal ensangrentado de Eddowes fue hallado en la entrada de una vivienda en la calle Goulston, Whitechapel. Un grafiti realizado en la pared, justo encima de donde fue hallado el delantal (que tiempo después sería conocido como el «grafiti de la calle Goulston»), parecía implicar a uno o varios judíos —ya que en esos tiempos, las calles de Whitechapel y sobre todo donde se encontró el anuncio, estaban habitadas por gente judía—, sin embargo no era claro si los trazos fueron hechos por el asesino al mismo tiempo que abandonó el delantal o si simplemente se trataba de una coincidencia incidental. El entonces comisionado de la policía Charles Warren, temiendo que el escrito hiciera estallar una serie de disturbios antisemitas, ordenó borrarlo antes del amanecer.


 El cuerpo de Kelly horriblemente mutilado se encontró en la cama de la habitación donde vivía, en el número 13 de Miller's Court, cerca de la calle Dorset de Spitalfields, a las 10:45 a.m. del viernes 9 de noviembre de ese año. El cuerpo mostraba un corte que iba desde la garganta hasta la columna vertebral y al abdomen se le habían retirado completamente sus órganos. No se encontró el corazón de la víctima.
Los cinco asesinatos canónicos se perpetraron la noche de un fin de semana y hacia el final de un mes o la primera semana del siguiente. Las mutilaciones se volvieron cada vez más severas conforme la serie de asesinatos ocurría, excepto por el homicidio de Stride, cuyo atacante pudo haber sido interrumpido. Nichols poseía todos sus órganos, el útero de Chapman había sido extraído, el riñón y útero de Eddowes jamás fueron encontrados (además de que tenía la cara mutilada) y finalmente el cuerpo de Kelly había sido descuartizado y su rostro totalmente desfigurado, aunque solamente su corazón había sido retirado de la escena del crimen.
Históricamente, la creencia de que estos cinco crímenes fueron cometidos por la misma persona se deriva de documentos contemporáneos que los vinculan entre sí y al mismo tiempo excluían a otros. En 1894, Sir Melville Macnaghten, asistente del jefe de la Policía Metropolitana y director del Departamento de Investigación Criminal (CID por sus siglas en inglés), escribió un reporte que decía: «el asesino de Whitechapel tuvo cinco víctimas y nada más». De forma parecida, las cinco víctimas canónicas fueron relacionadas a través de una carta redactada por el médico de la policía Thomas Bond a Robert Anderson, jefe del CID de Londres, el 10 de noviembre de 1888. Algunos investigadores han postulado que si bien algunos de los asesinatos fueron, indudablemente, obra de un único homicida, un número considerable y desconocido de asesinos que actuaban de forma independiente fueron responsables de los demás. Aunque la policía evidentemente trató a los cinco homicidios bajo un único expediente, los escritores Stewart P. Evans y Donald Rumbelow concluyeron que el caso de los cinco canónicos es un «mito» y que a pesar de que tres de los asesinatos (los de Nichols, Champan y Eddowes) pueden ser obviamente conectados, no hay mucha certeza en los casos de Stride y Kelly, y menos en el de Tabram. Contrariamente, otros aseguraron que los seis asesinatos (tomando en cuenta el de Tabram) fueron cometidos por un solo sujeto.[] El doctor Percy Clark, asistente del médico forense George Bagster Phillips, vinculó solamente tres de los homicidios, considerando que los otros fueron perpetrados por «uno o más individuos de mente débil... inducidos a emular el crimen [del homicida original]».[] Macnaghten se unió al cuerpo policíaco un año después de los acontecimientos y su memorándum contiene graves errores fácticos en cuanto a los posibles sospechosos.


Perfil criminal
A finales de octubre, Robert Anderson pidió al médico de la policía, Thomas Bond, su opinión sobre las habilidades y conocimientos quirúrgicos del asesino. La opinión ofrecida por Bond sobre el personaje conocido como el «asesino de Whitechapel» es considerada como el primer perfil criminal de la historia que aún se conserva.[] La evaluación del médico se basó en su propio examen de la víctima más mutilada y en las notas post mórtem de los cuatro asesinatos canónicos anteriores, en la cual decía lo siguiente:[
No dudo que los cinco asesinatos fueron cometidos por la misma mano. En los primeros cuatro las gargantas parecieran haber sido cortadas de izquierda a derecha, mientras que en el último caso, debido a la considerable mutilación, es imposible señalar en qué dirección se hizo la cortada, aunque se hallaron rastros de la sangre arterial sobre la pared en forma de salpicaduras, muy cerca de donde la cabeza de la mujer debió haber estado.
Todas las circunstancias en torno a los asesinatos me llevan a deducir que las mujeres fueron asesinadas cuando se encontraban recostadas y, en todos los casos, la garganta fue cortada en primer lugar.
El asesino, en su apariencia externa, es muy probable que sea de aspecto inofensivo. Un hombre de mediana edad, bien arreglado y de aire respetable. Puede tener el hábito de llevar capa o abrigo porque si no, la sangre de sus manos y ropas hubiera llamado la atención a los viandantes.
Bond se opuso totalmente a la idea de que el asesino poseía cualquier tipo de conocimiento científico o anatómico, o incluso «los conocimientos técnicos de un carnicero o matarife».En su opinión, el asesino debía tener hábitos de un hombre solitario, sujeto a «ataques periódicos de manía homicida o erótica» y el cáracter de las mutilaciones era un probable indicador de «hipersexualidad». Además, consideró: «el impulso homicida podía haberse desarrollado a partir de un sentimiento de venganza o de una condición mental melancólica, o la manía religiosa pudo haber sido la enfermedad original, pero no creo que alguna de éstas [hipótesis] sea la correcta».Si bien no hay evidencia de ninguna actividad sexual con ninguna de las víctimas, algunos psicólogos suponen que la penetración de las víctimas con un cuchillo y «la exhibición de los cadáveres en posiciones sexualmente degradantes con las heridas expuestas» indican que el autor obtenía placer sexual con los ataques. No obstante, esta opinión es cuestionada por otros, que descartan estas hipótesis afirmando que en realidad se trata de una serie de suposiciones inverificables. Las comparaciones del Destripador con la motivación y los actos de los asesinos en serie contemporáneos, han llevado a sugerir que el primero pudo haber sido un loco esquizofrénico, como Peter Sutcliffe el «destripador de Yorkshire», que decía oír voces, dándole instrucciones para atacar a prostitutas.
 
El Estrangulador de Boston (Albert Desalvo)

Nuestro amigo nació el 3 de septiembre de 1931 y como la mayoría de asesinos en serie vivió una infancia perturbada e infeliz promovida fundamentalmente por las actuaciones que su propio padre le obligaba a presenciar y por poner un ejemplo, Albert, con tan solo 7 años tenía que observar a su padre como mantenía relaciones sexuales con prostitutas que traía a casa, fue vendido por su padre a un granjero como esclavo por una temporada y así como agresiones que propinaba a su madre y en una ocasión le dio tal paliza que arrancó sus dientes uno a uno, así que ya os podeis imaginar la educación y el futuro que iba a tener nuestro amiguito.
En 1948 abandonó la escuela y se alistó en el ejército, un año después le destinaron a Alemania donde conoció a su futura mujer Ingrid, hija de una familia católica de clase media. Con la llegada del nacimiento de su hija Judy emigraron a América. Ya en 1956 dejó el ejército pues fue acusado de mala conducta sexual con una veterana.
Entre junio de 1962 y enero de 1964 estrangularon en Boston a 13 mujeres, todas ellas con un patrón similar de asesinato. El sello de tales crímenes era colocarles las medias alrededor del cuello con un arco característico bajo la barbilla.
El 30 de junio de 1962, el cuerpo de una mujer de 68 años, Nina Nichols fue encontrado en su apartamento, estrangulada con sus propias medias y la entrada de su casa no mostraba haber sido forzada.
Su primera víctima, Ana Slessers, de 55 años es encontrada estrangulada con la cinta del albornoz atada en el cuello en la bañera de su casa

Anna
El 21 de agosto de 1962, Ida Irga es hallada en su apartamento estrangulada pero a excepción con las demás víctimas tenía una almohada bajo sus nalgas y sus tobillos estaban como clavados a una silla.

Ida Irga
El 30 de agosto de 1962, Jane Sullivan de 67 años, también es encontrada estrangulada con la cara sumergida en la bañera de su casa, presa fácil pues vivía sola.

Jane Sullivan
El 5 de diciembre, Sophie Clark de 20 años es encontrada también muerta por estrangulamiento, la única diferencia es que era joven, de color y fue violada.

Sophie Clark
El 31 de diciembre de 1962 se encuentra el cuerpo de Patricia Bisette, estrangulada.

Patricia Bisette
El 6 de mayo de 1963, Beverly Samms de 23 años fue encontrada muerta, estrangulada pero su muerte se debió a heridas múltiples de puñaladas en la garganta.

Beverly Samms
El 8 de septiembre de 1963, Evelyn Corbin de 58 años aparece estrangulada con sus medias en su casa.

Evelyn Corbin
El 4 de enero de 1964 encuentran a Maria Sullivan de 19 años, fue el ataque más horrendo pues la encontraron tumbada en la cama, sus nalgas sobre una almohada y su espalda contra el cabecero, con los ojos cerrados y semen en su boca, un palo en su vagina y en el cuello la famosa imagen de sus medias y es más una nota entre los dedos de su pie izquierdo, la tarjetita ponía " Feliz Año Nuevo".

Mary Sullivan
Después de este asesinato, Albert realizó unos 300 asaltos sexuales que atravesaban Connetica, Massachussets, Hampshire y la isla de Roda.
El 6 de noviembre de 1964 Albert fue arrestado y llevado al hospital de Bridgewater para su observación y a los 5 días regresa a la cárcel en Cambridge en el que mostró un comportamiento perturbado y tendencias suicidas, era un enfermo mental.
En prisión confesaría los asesinatos a su compañero de celda George Nassar, le contó todos los detalles de 11 asesinatos ya conocidos por la policía y dos más que no se sabían.
Desalvo contó a la policía como ocurrían estos crímenes y es que él vagaba por las calles sin ningún objetivo hasta que le entraba el impulso de matar, entonces escogía una casa. Culpaba a su esposa, a su educación e incluso a sí mismo. Cuando hablaba de las matanzas lo hacía en 3ª persona como si fuera un observador.
El 25 de noviembre de 1973 lo encuentran muerto en su celda, fue apuñalado en 6 ocasiones y su asesinó nunca se descubrió.


Documental del Estrangulador de Boston